Apostolados en Chile

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Parroquia Nuestra Señora de la Preciosa Sangre, Cerro Navia, Santiago.

 

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Parroquia Preciosa Sangre, Valdivia, Chile.

 

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Capilla Santísima Trinidad, Valdivia, Chile.

 

 

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Parroquia Cristo Rey, Valdivia, Chile.

 

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Parroquia San Sebastián, Purránque, Chile.

 

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Saint Gaspar College, Ñuñoa, Santiago.

 

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Casa de Formación, Preciosa Sangre (Casa Central), Santiago.

Noticias



A las 16:00 horas aprox. (hora chilena), ayer viernes 22 de mayo de 2009 fallece por causas naturales en la ciudad de Bogotá, Colombia; a la edad de 61 años el Padre Abelardo Ibaceta Verdejo C.PP.S., sacerdote del Vicariato chileno de los Misioneros de la Preciosa Sangre, quien se encontraba sirviendo en Colombia.

Hijo de Osvaldo Ibaceta y Berta rosa Verdejo, nació en la ciudad de Santiago, Chile el año 1947 (El mismo año que llegaban los misioneros a Chile), ingresó a la Congregación Misioneros de la Preciosa Sangre, respondiendo a su vocación:

“Por muchos años quise ser sacerdote, pero, como yo era hijo único y mis padres estaban separados, no podía dar el paso necesario, ya que eso significaba dejar sola a mi mamá con la cual yo vivía.

En el año 1977 -cuando yo tenía 30 años- tomé contacto con los  Misioneros de la Preciosa Sangre a través de las Hermanas de la Preciosa Sangre, quienes me recomendaron a los Misioneros. Así fue que en 1978  fui admitido como candidato en la C.PP.S. y las cosas siguieron como por un tubo: Dios dio su consentimiento a lo que yo le había pedido.

 

Sus estudios de filosofía los realizó en el Seminario Mayor San Fidel de San José de la Mariquina y sus estudios teológicos en la Pontificia Universidad Católica de Santiago.


Fue ordenado sacerdote el 18 de mayo de 1985 en Río Negro, Región de Los Lagos por Monseñor Miguel Caviedes Medina.

 

Según palabras del propio Padre Abelardo, su ministerio se alimentaba de la espiritualidad de la Sangre, por lo cual afirmó:el día en que comprendí que la Sangre del Señor había sido derramada para los que somos pecadores, como la medicina que se ha hecho para el enfermo, lentamente ha ido entrando en mí y yo en ella. Se ha hecho como muy necesaria cuando veo gente sufriendo de uno u otro modo, o cuando yo mismo he pasado por momentos especiales de amargura. ”

 

Presto servicios pastorales en las Parroquia Sagrada Familia- Río Negro; Cristo Rey, Santa Inés, Preciosa Sangre- ubicadas en Valdivia, San Sebastián- Purranque, San Agustín- Puerto Octay y en Saint Gaspar College- Santiago.


Hasta el momento de su muerte el P Abelardo vivió desde abril de 2005 en la misión de Colombia. Año en el que fue cofundador de la Misión Ad Experimentum en Colombia y en agosto de 2008 fue nombrado director de la Misión.


            Sus responsabilidades pastorales en Colombia las realizaba en el Hospital Universitario de San Ignacio, como Capellán, además, apoyaba las confesiones y eucaristías en las Parroquias de Santa Martha, San Judas Tadeo y Madre de Dios.


Será velado en la Funeraria “Los Olivos” Bogotá. La misa de exequias se realizará el domingo 24 de mayo en la Parroquia de Santa y posteriormente será trasladado al Cementerio El Apogeo. Padre Abelardo descansará en el país del cual el se enamoró: Su querida Colombia.


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Se ofrecerá una Misa por el Padre Abelardo, en Santiago de Chile, el día Domingo 24 de Mayo a las 11 a.m., en el Saint Gaspar College, ubicado en Suárez Mujica 2577, Ñuñoa.
 
Desde ya agradecemos sus oraciones y compañía por nuestro hermano sacerdote,
 
Padre Antonio Baus, CPPS
Misioneros de la Preciosa Sangre

Padre Abelardo

 dir_colombia Por muchos años quise ser sacerdote, pero, como yo era hijo único y mis padres estaban separados, no podia dar el paso necesario, ya que eso significaba dejar sola a mi mamá con la cual yo vivía -ella dependía de mí-. Siempre quise ser sacerdote de la orden dominicana, pero allí no me admitieron precisamente por esa razón.

En el año 1977 -cuando yo tenía 30 años- tomé contacto con los  Misioneros de la Preciosa Sangre a través de las Hermanas de la Preciosa Sangre, concretamente con Sister Rosalin Gonzáles. Ellas me recomendaron a los Padres Norteamericanos de la Preciosa Sangre. Al principio no tenía esto ningún atractivo para mí: lo único que yo conocia de los norteamericanos eran las peliculas de cine., pero no me podía regodear, ya que estaba bastante "pasadito" y por lo tanto me dije: " a falta de pan, buenas son las tortas". En mi misma oración se lo planteé así a Dios: "Señor, si no es aqui donde se den las cosas, ya no seguiré insistiendo". Y así fue, porque en 1978 -hace 30 años de esto- fui admitido como candidato en la CPPS y las cosas siguieron como por un tubo: Dios dió su consentimiento a lo que yo le había pedido.

imagesEn mis primeros años tuve muchos desafios que enfrentar: 1. Los estudios realizados como seminarista -alguna parte- fueron cosa dura para mí. 2. En el seminario el haber tenido que compartir con gente que el año anterior habian estado en la secundaria: me costó trabajo aceptarlo. Ellos eran todos muy jóvenes alborotadores, bulliciosos, grrrrr. 3. Como sacerdote, el desafio mas grande ha sido el cambiarme de casa y de trabajo (el empezar todo de nuevo).

La Espiritualidad de la Sangre, al principio, fue para mí algo inalcanzable. Pero llegó el día en que comprendí que la Sangre del Señor había sido derramada para los que somos pecadores. Como la medicina que se ha hecho para el enfermo. Lentamente ha ido entrando en mí y yo en ella. Se ha hecho como muy necesaria cuando veo gente sufriendo de uno u otro modo, o cuando yo mismo he pasado por momentos especiales de amargura.

("Testimonios". Publicado por los Misioneros de la Preciosa Sangre con ocasión de su 60 aniversario de su presencia en Chile, 1947-2007)

 


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Padre Abelardo actualmente es el superior de la misión en Colombia. Desde ese lugar, como misionero, lleva esperanza a los que sufren desde la Espiritualidad de la Preciosa Sangre.

P. Ricardo Beischel, CPPS

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Este gran amigo nuestro, de nacionalidad estadounidense, es uno de los pilares de la Congregación en Chile.

Siente el llamado de Cristo a muy temprana edad (14 años). Conoce la Congregación a través de un SacerdoteCPPS que estaba misionando en su Parroquia. La última noche de la misión, lo llamó a su lado y le dijo: "Tú debes ser sacerdote".

Al finalizar el verano del año 1942, ingresa al Seminario Menor de la Preciosa Sangre. Lamentablemente al cuarto año de seminario, lo envían a su casa a causa de su delicado estado de salud, por lo que tuvo que terminar su enseñanza media en el colegio fiscal, cerca de su casa.

Estando fuera del seminario, y sin tener planes de regresar, estudia carpinteria. Un día, sorpresivamente llegaron a visitarlo dos ex-compañeros de seminario y se quedaron con él por dos días. Con ellos recordó lo feliz que fue en el seminario menor, su corazón se estremeció de emoción nuevamente al sentir el llamado de Dios en la persona de sus compañeros. Esto lo empujó a acercarse nuevamente a un sacerdote CPPSy manifestarle su inquietud.

De esta manera inicia sus estudios universitarios, como seminarista, en Saint Joseph College. Después ingresa a Saint Charles: Seminario Mayor de la Congregación. Allí estudia filosofía y teología.

Es ordenado Sacerdote el 02 de junio de 1956. Después de ordenado sacerdote, trabajó tres años en Celina, Ohio, como vicario parroquial, profesor de religión y de teatro.

Después es trasladado a Florida, para y trabajar en una Parroquia. Estando alli, el padre Provincial le preguntó si estaba dispuesto a ir a las misiones extranjeras, y sin dudarlo respondió: "sí". Es enviado al Perú a aprender español y después viaja a Chile a trabajar como misionero. Al respecto, el padre dice: "Después de 44 años, estoy aquí, y feliz de la vida".

Hoy el Padre Ricardo vive en la Parroquia Cristo Rey, en Valdivia. A pesar de los años y de los síntomas de su enfermedad, sigue siendo un "sacerdote feliz" por haberse encontrado con Cristo y haberlo seguido.

(Tomado del libro "Testimonios". Publicado por los Misioneros de la Preciosa Sangre en el 60 aniversario de su presencia en Chile, 1947-2007).

Breve Historia de la Fiesta de San Gaspar

¿Por qué el 21 de octubre?
Breve Historia de la Fiesta de San Gaspar

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Todos los que comparten la devoción a Gaspar saben que su fiesta es celebrada el 21 de octubre, pero no todos saben que no siempre fue celebrada en esa fecha. Muchos se preguntan porqué fue elegida esta fecha. Aquí haremos algo como un excursus sobre las varias fechas en la
que fue celebrada la fiesta y sobre lo que provocó la selección del 21 de octubre.


La fiesta de un santo o una santa es celebrada usualmente en una fecha de significado en su vida, por ejemplo, la fecha de su nacimiento, de su muerte, de su canonización, etc. La fiesta de Gaspar no podía ser celebrada en su cumpleaños, 6 de enero, porque es (por lo menos en muchos lugares) la Solemnidad de la Epifanía. Por la misma razón no fue juzgado oportuno celebrarla en la fecha de su muerte, 28 de diciembre, debido a que la Fiesta de los Santos Inocentes es celebrada en esa fecha. Por un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos con fecha 12 de abril de 1905, la fiesta del BeatoGaspar del Búfalo fue asignada para el 15 de julio para los Misioneros de la Preciosa Sangre y para las Adoratrices de la Preciosa Sangre. La diócesis de Roma, por otro lado, eligió la fecha del 23 de junio para su calendario propio. Para mantener la uniformidad con la diócesis de Roma, los Misioneros y las Adoratrices buscaron que se les diera la facultad de celebrar la fiesta el 23 de junio también. La Congregación concedió esta petición el 28 de noviembre de 1906.

Pero debido a que la Fiesta del Sagrado Corazón algunas veces caía el 23 de junio, impidiendo la celebración de la fiesta del Beato Gaspar, los Misioneros y las Adoratrices obtuvieron el permiso de celebrar la fiesta el 30 de diciembre (decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, con fecha 27 de septiembre de 1913) y luego el 29 de diciembre (decreto del 23 de julio de 1914). La diócesis de Roma, sin embargo, fijó la fiesta del Beato Gaspar el 4 de enero. Estas fechas permanecieron vigentes incluso después de la canonización de Gaspar el 12 de junio de 1954. Eso explica porqué el Beato Juan XXIII fue a venerar a San Gaspar el 4 de enero de 1963 en la iglesia de Santa María in Trivio: la diócesis de Roma estaba celebrando su fiesta ese día.

Siguiendo a la publicación del nuevo Código de Rúbricas Litúrgicas en 1960, la fiesta de San Gaspar tuvo que ser transferida fuera de la octava de Navidad y consecuentemente se convirtió en movible, es decir, en algunos años sería celebrada el 2 de enero y en otros el 3 de enero. Para eliminar la inconveniencia causada por esta “movilidad,” los Misioneros de la Preciosa Sangre obtuvieron de la Sagrada Congregación de Ritos, por decreto del 14 de mayo de 1962, el derecho de celebrar la fiesta de San Gaspar el 21 de octubre. De esta manera los Misioneros y las Adoratrices han celebrado la fiesta de San Gaspar el 21 de octubre, y en 1973, la Diócesis de Roma también adoptó esta fecha. Es posible que se celebre la fiesta de San Gaspar en otra fecha en ciertos lugares y por razones particulares.

¿Cuáles fueron las razones para escoger el 21 de octubre? Por sobre todo fueron razones pastorales. La fiesta fue establecida para el21 de octubre, escribió Don Giuseppe Quatrino, el entonces provincial de la Provincia Italiana, “… para conveniencia de todas las iglesias del Instituto en Italia y en el extranjero. Para esta época del año se evita el clima severo del invierno y los estudiantes de las universidades y escuelas dirigidas por los Misioneros pueden participar.” A estas razones fueron añadidas otras que estaban vinculadas a la vida de Gaspar: su madre, Annunziata Quartieroni, falleció el 20 de octubre de 1811, y su padre, Antonio del Búfalo, el 31 de octubre de 1813. Además, ya que octubre es el mes de las misiones, ¿qué podría ser más apropiado para celebrar la fiesta d un gran misionero y fundador de una Congregación Misionera, cuyos miembros están actualmente involucrados en las misiones ad gentes?


Tomado de un pie de página en: Beniamino Conti, CPPS, San Gaspare del Bufalo, Apostolo del Preziosissimo Sangue. (Roma: 2002) Traducido al español por Sergio Suárez, desde la versión al inglés de Jerome Stack, CPPS

Directorio

Superior: Ch_assembly1_full

  • P. Luis Briones CPPS

Vice-superior:

  • P. Nicanor Azúa CPPS

Consejeros:

  • P. Omar Cerda CPPS
  • P. Antonio Baus CPPS

 

Misioneros:

  • P. Humberto Jaña CPPS
  • P. Miguel Ángel Soto CPPS
  • P. Mauricio Álvarez CPPS
  • P. Donald Thieman CPPS
  • P. John Falter CPPS
  • P. Wojciech Czernatowicz CPPS
  • P. Juan Carlos Barajas CPPS
  • P. Abelardo Ibaceta CPPS

 

Seminaristas:Ch_assembly3_full

  • Jorge Gómez CPPS
  • Gregorio Hernández
  • Santiago Cárdenas
  • Danilo Sacchetti CPPS
  • Diego Gallardo
  • Juan Venegas
  • Reinaldo Melgarejo CPPS
  • Claudio Varas CPPS

Nuestra Señora de la Preciosa Sangre

La devoción a María siempre ha jugado un rol importante en la espiritualidad de la Preciosa Sangre, desde el tiempo de San Gaspar y de Santa María de Mattias en adelante.


Nuestra Señora de la Preciosa Sangre



La imagen de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre se remonta, en nuestra tradición, a San Gaspar del Búfalo. Él tomó una pintura de un artista anónimo de María cargando al Niño Jesús en su brazo derecho, con su mano izquierda extendía una invitación, la cual era ampliamente conocida en la Italia central de esa época. Sobre esta pintura, él ordenó al pintor Pozzi que agregara un cáliz en la mano del Niño Jesús. (Por esta razón, esta pintura es conocida en algunas regiones, tales como Italia y Alemania, como ‘la Virgen del Cáliz’). Esta pintura llegó a estar estrechamente relacionada con las misiones populares que predicaban San Gaspar y su grupo de misioneros.

San Gaspar estaba habituado a decir que era la Virgen la que predicaba las misiones. Por un tiempo, esta imagen de la Virgen, mostrada en cada misión emprendida por los misioneros, era el símbolo que identificaba más a la joven congregación misionera que la cruz misionera misma.

¿Cómo habló esta imagen de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre al pueblo de la primera mitad del s. XIX? Se tiene que comprender en el contexto de cómo la devoción de la Preciosa Sangre era entendida en esa época. La clave a esa devoción era ver la sangre de Cristo derramada en la cruz como signo del irresistible amor de Cristo por nosotros, aun cuando seamos pecadores. La visión de la sangre (y por extensión, del cáliz) había de provocar la contrición por el pecado, y de aumentar el celo por participar en la obra salvadora de Cristo llevando una vida renovada y recta. Que el niño Jesús porte la copa subraya la inocencia del sufrimiento de Cristo y su gran autodonación a nosotros. La participación de María en esta invitación a contemplar el cáliz sólo refuerza esta comprensión de autodonación y nuestra respuesta a ello. La contraposición de la inocencia y el sufrimiento, y de una madre que, en su amor, nos invita a entrar en el sufrimiento de su hijo inocente, conlleva a una imagen poderosa y conmovedora. Su efecto sobre aquellos en las misiones populares, incluyendo la Santa María, muestra cómo ayudó a aumentar la devoción y dedicación entre los cristianos de esa época.

La devoción a la Preciosa Sangre a lo largo del s. XIX y durante gran parte del s. XX planteó a la sangre de Cristo como signo del amor de Cristo. La contemplación de los derramamientos de sangre de Jesús tuvo la intención de remover las emociones de contrición, celo por las cosas de Dios, y el compromiso a una vida cristiana más profunda. Éstos son valores fundamentales para la vida cristiana. Si la devoción disminuyó por un tiempo después del Concilio Vaticano II, fue porque el enfoque en la relación del alma del individuo con los sufrimientos de Jesús no consideró de manera suficiente los amplios recursos bíblicos y litúrgicos para comprender el símbolo de la sangre de Cristo. Ni el carácter individual de la devoción tocó directamente el potencial social y eclesiológico del símbolo. La espiritualidad de la sangre de Cristo que se ha desarrollado desde los años 1980’s ha sido un esfuerzo para reparar este desequilibrio.

¿Adónde deja esto la imagen de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre hoy en día? Tal como fue dicho, los elementos de la devoción del siglo XIX continúan siendo importantes, y todavía son centrales para las vidas espirituales de los cristianos en algunas partes del mundo. La espiritualidad siempre debe hablar a un contexto. Si no habla tan fuertemente a algunos grupos el día de hoy es debido a un cambio en los contextos, así como los cambios en la conciencia provocados por las reformas del Concilio Vaticano II.

Incluso con eso, Nuestra Señora de la Preciosa Sangre o la Virgen del Cáliz puede ser investida con significados que pueden ajustarse mejor a algunos contextos de hoy. El ofrecimiento del cáliz puede despertar la memoria con las palabras de Jesús “¿Pueden beber la copa que yo beberé?” (Mc 10,38). La copa en su sentido bíblico fue vista como la suerte de uno, la medida de su destino. La suerte, el destino de Jesús era asumir graves sufrimientos por los pecados del mundo, aunque él mismo no tenía pecado. Al asumir ese sufrimiento, él no sólo nos liberó del control del pecado. Él también se identificó con todos aquellos que sufren en el mundo. Su propio sufrimiento llegó a ser una forma o modelo en la que podemos colocar nuestros propios sufrimientos (cf. Fil 3,10). Es importante recordar que el sufrimiento en sí mismo no eleva o ennoblece. El sufrimiento es destructivo, como vemos muy frecuentemente en nuestros ministerios. Sólo cuando somos capaces de asociar nuestro sufrimiento con algo más grande o grandioso que nosotros mismos, hay una oportunidad de que el sufrimiento se haga redentor. Para los cristianos, algo más grande o más grandioso es el sufrimiento de Cristo, a través del cual todo el mundo está redimido y reconciliado con Dios.

San Gaspar del Búfalo


1786 (6 de Enero): nace Gaspar del Búfalo en Roma. Es bautizado al dia siguiente.1788: sufre una grave enfermedad en los ojos, con peligro de muerte. Es salvado por la intercesión de S. Francisco Javier.

1808 (31 de Julio): después de completar los estudios teológicos, es ordenado sacerdote en la Iglesia de S. Vicente de Paul en Montecitorio. Celebra la primera misa el 2 de Agosto.

1810 (3 de Junio): niega juramento a Napoleón Bonaparte que había invadido los Estados Pontificios afirmando “no puedo, no quiero, no debo”. Es apresado varias veces y exiliado. Tiene una visión de Sor Inés del Verbo Encarnado sobre la que sería la Congregación de los Misioneros de la Preciosísima Sangre. Estudió también con Albertini las bases para la Congregación.

1814: intenta entrar en la Compañía de Jesús. El Papa Pio VII le nombra Missionero Apostólico y le cede el convento
y la Iglesia de S. Félix en Giano (Umbria).

1815 (15 de Agosto): Funda la Congregación. Funda varias casas: Pievetoria, Albano, Sermoneta, Terracina, Sonnino;

1822 (Marzo): se encuentra con María de Matias, que fundaría las Misioneras de la Preciosísima Sangre el 4 de Marzo de 1834.

1825 (15 de Agosto): León XIII le nombra Obispo e Internuncio de Brasil. Renuncia a este nombramiento.

1837 (28 de Diciembre): muere en Roma, después de una vida al servicio del Evangelio y de la Iglesia a través sobre
todo de las misiones populares.

1954 (Julio): canonización en S. Pedro.

Acontecimientos singulares

En Roma dio una atención especial a los comerciantes que venían del campo a la ciudad y fundó la Confradía de la Preciosa Sangre.
Salvó Sonnino, conocida por ser tierra de ladrones, de ser destruida.
Dijo un día: “Por Cristo hay que hacer mucho, deprisa y bien”.En las misiones populares que predicaba le acompañaba un gran crucifijo.

Juan XXIII definió a S. Gaspar como “el verdadero y mayor apóstol de la devoción a la Preciosa Sangre en el mundo”;Su máxima era: “hablar poco, hablar bien, hablar en el momento oportuno”.

Historia de la CPPS en Chile

LaCongregación, Misioneros de la Preciosa Sangre CPPS, llegó a Chile el 16 de septiembre de 1947. Los padres John Wilson y John Kostik, provenientes de Ohio, EEUU, fueron los primeros misioneros en llegar. Su primer destino, al menos por un tiempo, fue la Casa de Maryknoll, tal como lo informa la revista de la Congregación.

“Sus cuarteles temporales estarán con los Padres de Maryknoll en Santiago, hasta que puedan ubicar una casa de Comunidad permanente. Esta será sin dudas una tarea difícil. Y luego, con toda probabilidad, el Cardenal les asignará ciertos sectores que estarán bajo su cuidado. Nuevamente, me permito solicitarles que las Misiones chilenas sean recordadas en las oraciones de la Sociedad. Mientras tanto, el correo se puede dirigir a Av. El Bosque 307, Santiago de Chile”.

El día 19 de septiembre de 1947, los dos misioneros y el P. Henry Dirckx, superior de Maryknoll en Chile, almorzaron y tuvieron una reunión con el Cardenal José María Caro en la casa Arzobispal. El Cardenal les propuso comenzar su labor misionera, primeramente, en la ciudad de Santiago y luego en las diócesis del sur del país (Valdivia y Puerto Montt).
El Cardenal les ofreció, en la diócesis de Santiago, las parroquias de San Antonio (las Barracas) y la de San José (en Plaza Garín) esta última ubicada en un sector muy pobre de la ciudad.

Los dos misioneros estaban dispuestos hacerse cargo de las parroquias que se les proponían, aunque fueran las más pobres. Pero para hacerlo ponían una condición, ellos pedían una parroquia en la parte prospera de la ciudad, con el fin de alivianar los gastos en las parroquias que no tenían los recursos económicos suficientes. Entre las parroquias propuestas, estuvo: la Parroquia del Bosque. Pero el P. Wilson aconsejado por el P. Dirckx, pidió que se les otorgara la parroquia de Santa Elena. Ante esta petición el Cardenal sonrió y dijo que lo consultaría con su consejo.

Días después, el Cardenal les informo a los misioneros que el sacerdote de la Parroquia de Santa Elena no la quería entregar. Pero a cambio les ofreció una ubicada a lo largo de la avenida las Condes. Más tarde, durante la noche de ese mismo día, el P. Wilson le pidió al P. Kostik que escribiera una carta que tuviera sus propias propuestas para el Cardenal. El P. Wilson le pedía:

1. Un permiso para el establecimiento de una Casa Central en Santiago.

2. Una Parroquia con auto financiamiento.

3. La remodelación de la casa de San José de Garin.

4. La compra de un terreno adecuado para la construcción de un colegio.

A la mañana siguiente, le hacen llegar la carta al Cardenal, éste la lee en presencia de los misioneros y dice que la guardará para estudiarla y reflexionarla con calma con la ayuda de su consejo.

El 10 de octubre, los padres Wilson y Kostik hicieron un viaje al sur de Chile, en compañía del sacerdote Foody de Molina, de la Congregación de Mariknoll. Estuvieron en Molina, Talca, Chillan, Temuco, Valdivia, Osorno, Río Negro y Purranque. En la ciudad de Valdivia, el día 20 de octubre, se entrevistaron con el Sr. Obispo Arturo Mery. El Obispo les propuso y prometió a la Congregación, una parroquia en la ciudad de Osorno, otra en la ciudad de Río Negro y dos más en los alrededores. Esta oferta les pareció buena pero no decidieron nada en el momento.

Mas tarde, los dos misioneros siguieron su viaje más al sur y se encontraron con la ciudad de Osorno, la cual les pareció moderna en comparación de las que habían visto antes. Después se dirigieron a Río Negro, allí el párroco les solicitó a los dos misioneros que se hicieran cargo de la capilla de Purranque, ya que el sacerdote franciscano que lo hacía ya no podía. Los misioneros se dirigieron a Purranque, y después de hospedarse en el hotel, fueron a la capilla en donde se encontraron con 38 jóvenes que estaban esperando para hacer su primera comunión. Los padres con menos de dos meses en Chile y con un conocimiento superficial de la lengua española, bautizaron y confesaron a los jóvenes y a unos pocos adultos.

A la mañana siguiente se dirigieron a la Parroquia cercana de Riachuelo. Allí se encontraron con el sacerdote a cargo. Era un alemán secular que había llegado recientemente pero que ya estaba desencantado de su trabajo pastoral en ese sector por las deplorables condiciones en que se encontraban tanto de la parroquia como de la casa parroquial.

El viaje a sur estaba llegando a su término y toda vía no se decidía nada. El P. Wilson estaba interesado en Río Negro, dado que este lugar era el único que podía ofrecer una casa en buenas condiciones para los sacerdotes. Por otra parte el P. Kostik se sentía atraído por el carácter agradable de la gente, en especial de la de Purranque. P. Wilson y P. Kostik, llegaron a Santiago, después de su viaje al sur, el 31 de octubre de 1947. 

El 11 de noviembre de 1947, el padre John Wilson CPPS, recibió a tres misioneros más provenientes de los Estados Unidos. Los misioneros que se sumaban al trabajo evangelizador en Chile, fueron: Paul Buehler, Ambrose Lengerich, Carl Reikowsky. Más tarde, el 18 de noviembre del mismo año, llegaron otros tres, ellos eran: Jonh Hoorman, Alphonse Jungwirth y George Fey.

Como la nueva Congregación misionera, naciente en Chile, iba aumentando en número y el alojamiento en la casa provincial de los sacerdotes de Maryknoll se estaba haciendo cada vez más pesado, los padres, Paul Buehler, Ambrose Lengerich, Carl Reikowsky, fueron enviados a vivir en distintas parroquias de Maryknoll al sur de Chile. El P. George Fey, fue enviado una parroquia diocesana en Llo – Lleo. Al P. Jonh Hoorman, lo enviaron a la parroquia de Río Negro a vivir con el párroco. El resto de los sacerdotes permanecieron en la casa provincial de Maryknoll en Santiago.

Durante la última semana de noviembre de 1947, el P. Wilson aceptó –con la aprobación del padre provincial- las parroquias de Riachuelo y Río Negro, con su misión adjunta de Purranque. Junto a estas dos parroquias, también aceptó la de San José de Garin, la de las Condes, y la de San Antonio en Barracas.

Cuando el P. Wilson y el P. Kostik fueron nuevamente a ver al Cardenal Caro para informarle de su decisión, el Cardenal les ofreció otra parroquia, ahora era la de Santo Domingo de Guzmán, ubicada en la Av. Pedro de Valdivia.

Al siguiente día, los dos sacerdotes y Cardenal Caro, fueron a ver e inspeccionar esta parroquia. Pero ahora se llevaron una gran sorpresa. La Iglesia era grande, su construcción era reciente y estaba bien amueblada. La nueva oferta era tentadora, pero para tomarla había una condición, al hacerse cargo de la parroquia de Santo Domingo tenían que hacerse cargo de la capellanía del hospital Salvador. Los misioneros hicieron varias visitas al hospital y a la parroquia, así como también, a la casa parroquial. Después de haberse cerciorado de que la Parroquia de Santo Domingo no tenía ninguna deuda, y que la casa parroquial estaba en buen estado, los misioneros decidieron tomarla bajo su cuidado. 

El domingo, 01 de febrero de 1948, el Obispo Fariña, vicario general de la arquidiócesis de Santiago, nombró párroco de Santo Domingo de Guzmán, al P. Wilson. Al día siguiente, los misioneros llevaron sus pocas pertenencias a su nueva casa. Esta fue la primera casa de los Misioneros de la Preciosa Sangre CPPS en Chile.

Durante la última semana de febrero, los ocho misioneros se juntaron en la casa parroquial de Santo Domingo, como preparación al día de la separación. Durante su estadía allí se hicieron los siguientes nombramientos: El P. Paul Buehler fue nombrado párroco de Río Negro y el P. Goerge Fey, párroco en Riachuelo. El P. Ambrose Lengerich, fue nombrado vicario cooperador en Río Negro, para pasar después a encargarse de la comunidad de Purranque. El P. Kostik fue nombrado párroco de San José de Garin. Los padres Junwirth y Reikowsky permanecieron como vicarios cooperadores del P. Wilson en Santo Domingo de Guzmán. Esto sin olvidar que dos meses antes, el P. Hoorman había sido nombrado capellán del Hospital Salvador.
De esta manera fue la llegada de los primeros misioneros de la Preciosa Sangre a Chile, y el inicio de una nueva Misión para la Congregación.

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Espiritualidad

Históricamente: El ministerio de la Palabra, que está en el corazón de nuestra Sociedad, encontró su motivación en la devoción a la Preciosa Sangre, como expresión del amor redentor de Dios, que ofreció el perdón a los pecadores e invitó a la conversión y la renovación. Los misioneros establecieron “cofradías de la Preciosa Sangre” con el fin de promover entre los laicos la devoción al precio de nuestra redención. Para San Gaspar y su grupo de misioneros, la promoción de esta devoción era una parte natural de su ministerio. En 1815, San Gaspar escribió una carta al Hno. Gaetano Bonanni en la que le decía que “los obreros evangélicos se esfuerzan para que la Sangre de Jesús se aplique para la salvación de las almas, y la deben ofrecer continuamente para el perdón de los pecadores; si otros institutos se encargan de propagar una u otra devoción, las misiones deben dedicarse a propagar la devoción al precio de nuestra redención que incluye a todas las demás.”

 

Realidad actual: Las devociones, que nacen en una situación histórica concreta como respuesta a las necesidades de una determinada cultura y situación eclesial, poco a poco pueden ir desvinculándose de la historia y perder su significado. A medida que nuestra Sociedad iba pasando gradualmente a nuevas situaciones culturales y sociales y se veía enfrentada a diferentes desafíos, la devoción se alienó de la realidad y terminó siendo muchas veces un conjunto de “prácticas piadosas” o de “oraciones para recitar”. A medida que este proceso se fue dando en muchos sectores de nuestra Sociedad, la devoción a la Preciosa Sangre se desconectó de nuestra vida diaria y dejó de ser la motivación de nuestra vida y de nuestra misión. Afortunadamente, en los últimos 20 años nuestra Congregación ha emprendido un proceso de redescubrimiento de la espiritualidad de la Preciosa Sangre mediante el estudio renovado de sus raíces bíblicas y una concepción de la espiritualidad como camino de vida y enfoque de nuestro apostolado. Esta espiritualidad ha llegado a ser una fuente de profunda renovación dentro de nuestra Sociedad y a su luz estamos repensando también nuestra misión. Una vez más ha encendido el fuego por doquier y en nuestros miembros el celo por la misión.

Vida Comunitaria

Históricamente: La vida comunitaria constituía un elemento esencial del sueño de San Gaspar. Su deseo era reunir a los misioneros apostólicos en lo que solía llamar “Casas de Misión”, en las que podían encontrarse para orar y reflexionar juntos, estudiar y descansar, con vistas a salir de nuevo a trabajar en la predicación de misiones populares y retiros. Esas Casas de Misión no estaban anexadas a una iglesia parroquial, pero eran centros de actividad pastoral. En ellas se daban conferencias espirituales y teológicas, y se predicaban  retiros espirituales para el clero y el laicado, en un plan de misión permanente. Las Casas de Misión eran mucho más que meras residencias, ya que formaban parte del ministerio apostólico orientado a la reforma de la iglesia.

Además, los misioneros no estaban vinculados por votos, sino solamente por el “vínculo de la caridad”, como se establece claramente en el artículo 3 de nuestra primera Regla aprobada: “(Los misioneros) están vinculados a la Sociedad no por medio de votos sino solamente por el vínculo de la caridad.”

 

Realidad actual: Como consecuencia de la diversificación de nuestras actividades apostólicas, con mucha frecuencia nuestros misioneros viven actualmente en comunidades muy pequeñas. En efecto, en ciertos países algunos de ellos viven solos, a grandes distancias de algún otro miembro de la Congregación. Pero entre los sectores más jóvenes de la Sociedad surge de nuevo la tendencia de juntarse para vivir una vida más comunitaria. Vuelve a aflorar la idea de la “Casa de Misión”, de la que existen actualmente experiencias interesantes. Algunas de nuestras provincias están comenzando a “agrupar” nuestros miembros en regiones geográficas para facilitar el contacto entre ellos.

Apostolado

Históricamente: Al principio, nuestro ministerio principal fue la predicación de misiones y retiros   que, para San Gaspar, eran dos medios de renovación y reforma muy aptos para las necesidades que se presentaban en los estados pontificios después de la caída de Napoleón. La reforma miraba al Pueblo de Dios en general y al clero. San Gaspar respondió a la invitación de ser un misionero apostólico en los estados pontificios que le formulara directamente el Papa Pío VII en 1815. En una carta al Papa León XII en 1825, San Gaspar escribió: “Las santas misiones y los retiros, así como también las otras obras piadosas que realiza actualmente la Sociedad, son ciertamente la base principal de la reforma.” Y en otra carta al mismo Papa escribe: “en estas fundaciones, que lanzó el Sumo Pontífice Pío VII, de feliz memoria, el clero encuentra un refugio y se promueve su tan ansiada reforma para que pueda llegar a ser un faro de santidad para el pueblo.” San Gaspar estableció muy claramente que no debíamos aceptar parroquias, porque la estabilidad y la residencia permanente que requieren se oponían a nuestro carácter misionero.

Realidad actual: A medida que la Sociedad fue creciendo con el correr de los años y extendiéndose más allá de los estados pontificios, los misioneros tuvieron que responder a diferentes necesidades y desafíos. Poco a poco nuestras actividades apostólicas se fueron ampliando. Hoy, nuestros 530 sacerdotes y hermanos CPPS trabajan en 17 países, y entre nuestras actividades apostólicas figuran el ministerio parroquial, el apostolado educacional, capellanías militares y en hospitales, misiones extranjeras, y también la predicación de misiones y retiros, pero no ya como apostolado principal. Urgidos, sin embargo, por las necesidades de la sociedad contemporánea, algunos de nuestros miembros están tratando de liberarse de nuestros apostolados más “tradicionales” para poder trabajar con las personas aquejadas de SIDA y con los presos, dedicarse a la promoción de comunidades, y participar en programas de formación para laicos.

Información

Los Misioneros de la Preciosa Sangre somos una Sociedad de Vida Apostólica. es decir, no somos Sacerdotes Diocesanos ni tampoco Religiosos en sentido estricto.

Los Misioneros de la Preciosa Sangre nos definimos de la siguiente forma, según lo expresan nuestros Textos Normativos

Animado por el amor de Cristo, que se nos reveló especialmente en el derramamiento de su Sangre, y sensible a las necesidades de la Iglesia, San Gaspar del Bufalo fundó un Instituto sacerdotal. Asoció un grupo de sacerdotes del clero diocesano, animados por el mismo ideal, uniéndolos sólo con el vínculo de la caridad, en lugar de los votos. Viviendo juntos en las Casas de Misión, eran una fuente de ´renovación constante para los sacerdotes y para el pueblo, principalmente mediante la predicación de misiones y retiros. La Congregación de la Preciosa Sangre tiene su origen en este núcleo y de él deriva su espíritu” (C1).

Colaboradores